Pabellón silencio

Pabellón del Silencio se inserta en un paisaje lleno de historia, donde las marcas del pasado reflejan la actividad de quienes han habitado el lugar. El proyecto parte de estas huellas, comprendiendo tanto sus relaciones espaciales en planta como en altura, para darle valor a la esencia del entorno.

El pabellón no busca competir ni imitar el paisaje, sino ser parte de él. Su forma exterior se disuelve para que el entorno, con sus campos de trigo, atardeceres rosados, encinas centenarias y caminos naturales, sea el verdadero protagonista.

A medida que nos adentramos, un descenso suave nos aleja del mundo exterior, sumergiéndonos en un espacio de silencio y reflexión. Nace de una grieta en el paisaje, donde la luz y la persona se encuentran en un vacío común. Cada paso es una transición, un desprenderse del exterior para entrar en un nuevo estado de percepción. La oscuridad, lejos de ser ausencia, revela la belleza que nos rodea.

El pabellón invita a la contemplación, buscando la belleza en la simplicidad y en el respeto por el entorno.